文摘
La inhibición farmacológica de la actividad cinasa de las proteínas JAK permite interferir la señalización de las citocinas inmunomoduladoras y bloquear la activación constitutiva de la vía JAK-STAT que caracteriza a ciertas neoplasias, en particular a las mieloproliferativas crónicas. Así, los inhibidores de JAK pueden ser útiles tanto para el tratamiento del cáncer como para el de enfermedades de origen inflamatorio o inmunitario. Hasta el momento, los avances más significativos se han dado en la mielofibrosis, donde permiten un mejor control de las manifestaciones hiperproliferativas, si bien no parecen tener capacidad de erradicar la enfermedad. En general, la inhibición de JAK2 se asocia al desarrollo de citopenias, siendo este un efecto adverso de clase. En cambio, el perfil de toxicidad extrahematológica varía de un inhibidor a otro. Actualmente, se están explorando combinaciones de ruxolitinib con otros fármacos cara a potenciar la eficacia terapéutica y a reducir su toxicidad hematológica.