Estudiamos a 325 pacientes con AIT consecutivos. En todos ellos se cuantific¨® la escala ABCD, que tiene una puntuaci¨®n m¨¢xima de 6 puntos (edad ?65 a?os = 1; hipertensi¨®n arterial = 1; s¨ªntomas cl¨ªnicos: paresia unilateral = 2; alteraci¨®n del lenguaje = 1; duraci¨®n de los s¨ªntomas ?60 min = 2; 10-59 min = 1; < 10 min = 0). Adem¨¢s se recogieron datos cl¨ªnicos, de neuroimagen y de ultrasonograf¨ªa de troncos supraa¨®rticos y transcraneal.
Durante la primera semana de seguimiento, 16 (4,9 % ) pacientes sufrieron un infarto cerebral. Seis de 16 accidentes vasculares cerebrales (37,5 % ) tuvieron lugar en 115 (35,4 % ) pacientes con una escala igual o mayor de 5, mientras que el riesgo a los 7 d¨ªas fue de 4,8 % (IC del 95 % , 2,04-7,56) en 210 (63,5 % ) pacientes con un valor inferior a 5. El an¨¢lisis multivariante (regresi¨®n de Cox) identific¨® ¨²nicamente la etiolog¨ªa aterotromb¨®tica como predictor independiente de recurrencia de ictus a los 7 d¨ªas (raz¨®n de riesgos = 5,66; intervalo de confianza [IC] del 95 % , 2,06-15,57; p = 0,001).
El riesgo de infarto cerebral precoz de los pacientes con un AIT no puede establecerse ¨²nicamente con variables cl¨ªnicas, sino que es necesario un estudio etiol¨®gico exhaustivo y precoz que incluya un estudio ultrasonogr¨¢fico tanto de los troncos supraa¨®rticos comode la circulaci¨®n intracraneal, para detectar a los pacientes en mayor riesgo de recurrencia e iniciar las medidas terap¨¦uticas m¨¢s adecuadas.