Revisión de historias recogiendo las variables sexo, edad, antecedente de neurofibromatosis, forma de presentación, tratamiento del tumor y presencia de endocrinopatías. Pruebas estadísticas: Wilcoxon y Fisher.
Catorce pacientes (6 mujeres) con edad al diagnóstico de 0,5 a 7,0 años (media ± desviación típica: 2,97 ± 2,32) y tiempo de seguimiento de 10,64 ± 3,30 años (rango 6,0-16,0). Doce de 14 presentaban endocrinopatía al final del seguimiento: 8 pubertad precoz, 5 hipopituitarismo y 5 obesidad. La aparición de déficits se relacionó con la clínica neurooftalmológica antes de los 5 años de edad (p = 0,02) y con el requerimiento de tratamiento de la lesión (p = 0,03).
Los niños con gliomas del quiasma óptico pueden presentar endocrinopatías desde el momento del diagnóstico del tumor y, sobre todo, a lo largo de su evolución. La más frecuente es la pubertad precoz. Los déficits hipofisarios se relacionan con los tumores más agresivos (aquellos que debutan con clínica neurooftalmológica antes de los 5 años de edad y que requieren tratamiento).