Entre abril de 1999 y junio de 2002, a 33 pacientes (17 varones y 16 mujeres) de 52,9 a?os de media y con evidencia de lesi¨®n hep¨¢tica (32 met¨¢stasis hep¨¢ticas, un hepatocarcinoma fibrolamelar), se les implantaron 36 cat¨¦teres intraarteriales. El acceso en todos los casos fue la arteria subclavia izquierda con gu¨ªa ecogr¨¢fica. Se estudi¨® la vascularizaci¨®n hep¨¢tica y se emplaz¨® el cat¨¦ter distal en arteria hep¨¢tica. Asimismo, se embolizaron ramas extrahep¨¢ticas de la arteria hep¨¢tica, para evitar fuga del quimioter¨¢pico.
La c¨¢nula se conect¨® al reservorio (Port-a-cath Titaniumvenous system. Daltec MN. USA) implantado, subcut¨¢neo, pr¨®ximo al punto de punci¨®n.
El ¨¦xito t¨¦cnico se consigui¨® en todos los casos (cat¨¦ter en arteria hep¨¢tica com¨²n en 31 casos, tres en la arteria hep¨¢tica derecha, uno en la arteria hep¨¢tica izquierda procedente de la g¨¢strica izquierda y uno en la arteria hep¨¢tica derecha procedente de la mesent¨¦rica superior). La permanencia de los reservorios oscil¨® entre 22 y 740 d¨ªas (media, 222,4 d¨ªas). Se registraron complicaciones en 13 casos (36,1 % ): cinco migraciones de c¨¢nula, cuatro vainas de fibrina, tres obstrucciones del vaso cateterizado, una contaminaci¨®n y una fuga en la conexi¨®n. Se solucionaron de modo percut¨¢neo o con retirada del dispositivo.
La implantaci¨®n percut¨¢nea de un cat¨¦ter intraarterial hep¨¢tico y reservorio, a trav¨¦s de la subclavia izquierda con ayuda ecogr¨¢fica, es t¨¦cnicamente factible, y con una tasa de complicaciones aceptable adem¨¢s de solucionables percut¨¢neamente.