Pacientes hospitalizados (n = 755) con gripe confirmada por el laboratorio se emparejaron individualmente con pacientes ambulatorios (n = 783) con gripe confirmada por el laboratorio y con controles ambulatorios (n = 950) según edad, fecha de ingreso/visita y provincia. El IMC se comparó mediante una regresión logística condicional ajustada a los posibles factores de confusión (ORa). Se calculó la fracción atribuible poblacional (FAP).
Los valores elevados de IMC se asociaron a mayor riesgo de hospitalización, en comparación con los casos ambulatorios (ORa = 1,11; IC 95%: 1,07-1,16) y con los controles ambulatorios (ORa = 1,04; IC 95%: 1,01-1,07). En comparación con el peso normal, la obesidad tipo I, la obesidad tipo II y la obesidad tipo III se asociaron a mayor probabilidad de hospitalización, en comparación con los casos ambulatorios (ORa = 1,85; IC 95%: 1,05-3,26; ORa = 5,24; IC 95%: 1,94-14,15 y ORa = 44,38; IC 95%: 4,47-440,5). En comparación con el peso normal, la obesidad tipo II y la obesidad tipo III se asociaron a mayor probabilidad de hospitalización, en comparación con los controles ambulatorios (ORa = 4,37; IC 95%: 1,79-10,69 y ORa = 4,95; IC 95%: 1,45-16,87). En los sujetos no vacunados de la gripe todas las categorías de IMC ≥ 30 kg/m2 se asociaron a mayor probabilidad de hospitalización, en comparación con el peso normal, tanto en los casos ambulatorios como en los controles ambulatorios. La FAP de hospitalización por gripe atribuible al IMC se situó entre el 21,9 y el 8,5%, y en los sujetos no vacunados de la gripe, entre el 20,5 y el 16,9%.
Un IMC elevado se asocia a mayor riesgo de hospitalización por gripe. Un alto porcentaje de los ingresos hospitalarios son atribuibles al IMC, especialmente en los sujetos no vacunados.