Dado que son pocos los estudios comparativos que realmente establezcan una diferencia real en ambas técnicas, el presente estudio trata de valorar de manera objetiva la ventaja entre ambos procedimientos.
Se analizaron un total de 82 pacientes con diagnóstico de hiperplasia prostática benigna intervenidos de manera consecutiva. Veinticuatro de manera laparoscópica y 58 de su homólogo abierto.
El grupo de adenomectomía laparoscópica (AL) tubo diferencia significativa en el peso (< 0.001) siendo mayor en este grupo. Los estudios prequirúrgicos como APE, IPSS, tamaño prostático y uroflujometría, ambos grupos se comportaron de manera similar, al igual como en las indicaciones quirúrgicas en la que la mayor indicación fue la retención aguda de orina. El tiempo quirúrgico fue mayor en AL con significación estadística (127.2 vs. 90.9 min; p ≤ 0.001), el sangrado transquirúrgico y las transfusiones fueron significativamente menores en el grupo de AL en función de la clasificación Clavien-Dindo (450 vs. 738.8 ml; p = 0.009 y 0.45 vs. 0.25; p = 0.039, respectivamente). No hay diferencias entre el tiempo de internamiento, ni en los resultados posquirúrgicos, ni en las complicaciones (según la clasificación de Clavien-Dindo) obtenidas en ambos procedimientos.
Ambos procedimientos ofrecen los mismos resultados posquirúrgicos y en complicaciones, sin embargo el sangrado, así como las transfusiones son menores en el procedimiento laparoscópico, siendo el tiempo quirúrgico mayor en este. Sin diferencias en los días de hospitalización.