La patología neurológica, especialmente los ictus y las demencias, es una causa muy importante de disfagia en este rango de edad, aumentando los episodios de broncoaspiración que se asocian a una alta mortalidad en el anciano.
El diagnóstico diferencial de la disfagia del anciano incluye también las neoplasias esofágicas. La principal herramienta para llegar a un diagnóstico es la historia clínica, apoyándose en pruebas de imagen y técnicas endoscópicas. Además de un diagnóstico es importante plantear tratamientos, ya que la presencia de disfagia disminuye la calidad de vida y aumenta la morbilidad y mortalidad del anciano.