La colitis isquémica es el resultado del déficit transitorio del flujo sanguíneo en el colon; cursa de manera aguda con dolor abdominal, diarrea y rectorragia, y se resuelve en un corto espacio de tiempo sin medidas específicas en la mayoría de los casos. La colitis microscópica se manifiesta como diarrea crónica y tiene la particularidad de presentar una inflamación histológica característica en la mucosa colónica. Parece desarrollarse a partir de una respuesta inmunológica desencadenada en la barrera epitelial del colon y se asocia al consumo de tabaco y de algunos fármacos de uso común.
Budesonida es el tratamiento de elección para los casos más sintomáticos. En ambos trastornos la sospecha clínica es de gran importancia para establecer el diagnóstico.