Se llevó a cabo un estudio multicéntrico retrospectivo en 15 hospitales españoles. Se incluyó a los pacientes consecutivos remitidos para implante de desfibrilador entre enero de 2010 y diciembre de 2011.
Se incluyó a 916 pacientes con cardiopatía isquémica o no isquémica (media de edad, 62 ± 11 años; el 81,4% varones). Durante un periodo de 33,4 ± 12,9 meses, fallecieron 113 pacientes (12,3%), el 9,4% (86 pacientes) por causa cardiovascular. A los 12, 24, 36 y 48 meses, la tasa de mortalidad fue del 4,5, el 7,6, el 10,8 y el 12,3% respectivamente. Todas las puntuaciones de riesgo mostraron un aumento escalonado del riesgo de muerte a lo largo de todo el sistema de puntuación de cada una de ellas y las 4 identificaron a los pacientes en mayor riesgo de mortalidad. Las puntuaciones tuvieron asociación significativa con la mortalidad por cualquier causa en todo el periodo de seguimiento. La puntuación PACE fue la que mostró un valor del índice c más bajo, tanto si la población tenía una cardiopatía de origen isquémico (estadístico c = 0,61) como si era de origen no isquémico (estadístico c = 0,61), mientras que la puntuación MADIT-II (estadístico c = 0,67 y 0,65 en la miocardiopatía isquémica y no isquémica respectivamente), las puntuaciones SHOCKED (estadístico c = 0,68 y 0,66 respectivamente) y FADES (estadístico c = 0,66 y 0,60) mostraron unos valores del estadístico c similares (p ≥ 0,09).
En esta cohorte de pacientes mediterráneos que no formaba parte de un ensayo clínico, las 4 puntuaciones de riesgo evaluadas mostraron un significativo aumento escalonado del riesgo de muerte. De entre las puntuaciones de riesgo existentes, MADIT-II, FADES y SHOCKED aportan un rendimiento ligeramente superior al de la puntuación PACE.