Las manifestaciones clínicas de la patología esofágica son la disfagia, odinofagia, pirosis, regurgitación, globo esofágico y dolor torácico atípico.
La afectación esofágica en las enfermedades sistémicas es frecuente. No presentan una clínica específica, por lo que su diagnóstico no es fácil y las técnicas diagnósticas que se utilizan principalmente son la manometría esofágica y la endoscopia.
Los divertículos son herniaciones de la pared del esófago que forman pequeñas bolsas o sacos que comunican con la pared. Su origen puede ser congénito o adquirido. Se debe realizar tratamiento en aquellos pacientes con clínica claramente relacionada con los mismos.