Habitualmente los pacientes se encuentran asintomáticos en el momento del diagnóstico. La mayoría de los IA son adenomas benignos (70% no funcionantes), y más raramente feocromocitomas, carcinomas o metástasis.
Ante el hallazgo de un IA se determinará si se trata de una masa funcionante o no, así como la probabilidad de que sea benigna o maligna en función de los resultados de imagen.
El tratamiento de elección para las masas funcionantes, probablemente malignas, grandes y/o que demuestren crecimiento es la cirugía. Para el resto se planteará seguimiento.