Englobada dentro del diagnóstico diferencial del dolor abdominal, el éxito en el abordaje de esta enfermedad se basa en la celeridad en su diagnóstico y su tratamiento posterior. Sin embargo, muchas veces, su confirmación y su tratamiento pueden demorarse.
No es lo que ocurre, afortunadamente, en el caso que presentamos, pues el clínico fue capaz de mantener un alto grado de sospecha, lo que permitió activar la intervención quirúrgica precoz y terminar con éxito la asistencia de la paciente.