文摘
En nuestro hospital asistimos a un incremento inesperado en la incidencia de enterocolitis necrosante (ECN). Por si nuestra política de alimentación estaba influyendo, se realizó e implementó una guía de práctica clínica (GPC) de alimentación enteral del recién nacido de muy bajo peso al nacimiento (RNMBP).ObjetivoValorar el impacto del nuevo régimen de alimentación en la incidencia de ECN.MétodoEstudio antes (2011) y después (mayo del 2012-abril del 2013) de la introducción del nuevo protocolo de alimentación, que incluye: inicio de la alimentación enteral en ausencia de problema hemodinámico; periodo de nutrición trófica de 5-7 días, incrementos posteriores de 20-30 ml/kg/día; leche materna/banco desde el inicio. No se utilizaron probióticos. La variable principal a estudio fue la incidencia de ECN ≥ II de Bell. Variables secundarias: perforación focal, mortalidad global y atribuida a ECN, sepsis nosocomial; peso a los 28 días y 36 semanas; % de RN con peso < p10 al alta; estancia hospitalaria.ResultadosDoscientos setenta RNMBP, 155 antes y 115 después. La ECN descendió significativamente (12/155 vs. 1/115, p = 0,008); la mortalidad se redujo (17,4% vs. 7,8%, p = 0,02); en 4 casos la ECN formó parte de la secuencia que condujo a la muerte en la primera cohorte; ninguno en la segunda. No hubo diferencias en la incidencia de perforación intestinal focal ni en las otras variables secundarias analizadas.ConclusionesLa protocolización del régimen de alimentación enteral con la máxima evidencia disponible produce un descenso en incidencia de ECN sin incrementar la estancia hospitalaria o la incidencia de sepsis.