Las AH se dividen en 2 grandes grupos: las AH hereditarias, en las que existe un defecto congénito en alguna de las partes del hematíe que condiciona una disminución en su vida media (membranopatías, eritroenzimopatías, talasemias y hemoglobinopatías); y las AH adquiridas que a su vez se dividen en las que tienen una causa inmune y las que tienen causas no inmunes. Las más importantes en este grupo son las AH autoinmunes, por su frecuencia, y las microangiopatías trombóticas por su gravedad. Cada una de ellas presenta unas características diferenciales y precisan de un manejo específico.