文摘
La demencia se caracteriza por el deterioro paulatino de las capacidades mentales de quien la padece, lo que afecta también la funcionalidad, conciencia de realidad y capacidad de tomar decisiones. Como consecuencia, la relación médico-paciente (RMP) adquiere ribetes particulares que demandan también habilidades específicas por parte del médico. En este artículo se discuten diversos hitos de esta relación, como la comunicación del diagnóstico, el necesario trabajo conjunto con el cuidador, la discusión de alternativas terapéuticas, el seguimiento, la determinación de competencias, la tendencia a cosificar al paciente, la decisión de institucionalizar y los cuidados al fin de la vida. Se otorgan recomendaciones para trabajar estos aspectos, de acuerdo a la severidad de la demencia, desde una perspectiva ética y práctica, teniendo en consideración los valores y preferencias del paciente y sus cuidadores.