Entre enero de 1996 y octubre de 2003 se realizaron 200 RH en 177 pacientes. Las indicaciones m¨¢s frecuentes fueron las met¨¢stasis hep¨¢ticas en 123 casos (61,5 % ), los tumores hep¨¢ticos malignos primarios en 27 casos (13,5 % ), los tumores de las v¨ªas biliares en 27 casos (13,5 % ) y una enfermedad benigna en 23 casos (11,5 % ). El 51 % de las resecciones hep¨¢ticas se realiz¨® bajo control vascular hemihep¨¢tico y en el 49 % se llev¨® a cabo resecciones de segmentos centrales, as¨ª como resecciones segmentarias y at¨ªpicas. Relacionamos la morbilidad con la edad, el sexo, la comorbilidad previa, el estado del h¨ªgado, la indicaci¨®n quir¨²rgica, el n¨²mero de resecciones, la resecci¨®n mayor o menor, la resecci¨®n extendida a otros ¨®rganos, el tipo de oclusi¨®n vascular, las necesidades transfusionales, el tiempo quir¨²rgico, la estancia hospitalaria y la experiencia del equipo quir¨²rgico.
No hubo mortalidad postoperatoria. La morbilidad fue del 17,5 % (35 pacientes) y fueron m¨¢s frecuentes las complicaciones biliares (8 % ). La morbilidad fue superior en los pacientes transfundidos (p < 0,001). La transfusi¨®n fue superior en las resecciones mayores, en las primeras 100 resecciones y en las que precisaron un tiempo quir¨²rgico prolongado. En las resecciones segmentarias, la maniobra de Pringle supuso un descenso de las tasas de transfusi¨®n, aunque las diferencias no fueron estad¨ªsticamente significativas. En las segundas 100 resecciones hubo un descenso de la morbilidad, sin diferencias significativas.
Las RH se pueden realizar con una morbimortalidad baja. Es importante prevenir las complicaciones biliares y se debe evitar, en lo posible, la transfusi¨®n sangu¨ªnea.