En la hemocromatosis se produce una acumulación progresiva de hierro que conduce a la cirrosis. Su diagnóstico se basa en demostrar la sobrecarga férrica y en el estudio del gen HFE. El tratamiento por medio de sangrías evita la progresión a cirrosis.
Se debe a mutaciones del gen ATP7B. En esta enfermedad se acumula cobre, que da lugar a toxicidad hepática (hepatitis aguda grave o cirrosis hepática) y neurológica. Los fármacos utilizados para su tratamiento son D-penicilamina, trientina y zinc.
La enzima deficiente se acumula en el hígado y produce daño hepático (hepatitis colestásica neonatal y/o enfermedad hepática crónica) y enfisema. No existe ningún tratamiento específico para la enfermedad hepática por déficit de alfa-1-antitripsina.