Obtuvimos los datos del registro ARIAM, entre 2001 y 2012. Se incluyó a 42.827 pacientes con síndrome coronario agudo (edad media 65 ± 13 años, 26,4% mujeres). Se analizó la influencia del hábito tabáquico o de la condición de exfumador en la mortalidad mediante análisis multivariados.
Los fumadores eran más jóvenes, más frecuentemente hombres, tenían menos diabetes, hipertensión e historia previa de insuficiencia cardiaca, ictus, arritmia e insuficiencia renal, así como más frecuentemente elevación del ST e historia familiar. Los exfumadores presentaban más dislipidemia e historia de angina, infarto de miocardio, cardiopatía isquémica, vasculopatía periférica y broncopatía crónica. Fumadores y exfumadores desarrollaron menos frecuentemente shock cardiogénico (fumadores 4,2%, exfumadores 4,7% y no fumadores 6,9%, p < 0,001). La mortalidad hospitalaria fue del 7,8% en los no fumadores, un 4,9% en los exfumadores y un 3,1% en los fumadores (p < 0,001). En el análisis multivariado, el carácter fumador perdió su influencia en el pronóstico (–0,26%, p = 0,52 mediante cálculo de probabilidad inversa; y +0,26%, p = 0,691 mediante análisis de propensión). Sin embargo, el carácter exfumador mostró una reducción significativa de la mortalidad en ambos test (–2,4% en el análisis de probabilidad inversa, p < 0,001, y –1,5% en el análisis de propensión, p = 0,005).
La paradoja del tabaco es un hallazgo que puede explicarse por otros factores pronósticos. El abandono del hábito tabáquico previo a un ingreso por síndrome coronario agudo se asocia a un mejor pronóstico.