El empleo de una técnica adecuada es muy importante para obtener una imagen radiológica de calidad que permita un buen diagnóstico. Es importante conocer bien cómo influyen los factores técnicos en la imagen, así como los posibles artefactos que se pueden obtener debido a la escasa colaboración del paciente pediátrico. Además el radiólogo debe estar familiarizado con la anatomía normal del niño, los hallazgos radiológicos clásicos y variantes anatómicas y del desarrollo, para no malinterpretar como patológicos hallazgos normales.