La depresión en el anciano es una enfermedad frecuente, compleja y cambiante. Además sufren con más frecuencia recaídas y requieren cursos más largos de tratamiento
Es un reto su abordaje habida cuenta de otros factores concurrentes que complican su tratamiento además de la propia peculiaridad de la psicopatología.
Es importante tener un esquema básico de los antidepresivos que nos ayude desde la atención primaria a tratar con garantías esta enfermedad tan frecuente.
No hay ningún fármaco libre de problemas y hay que conocer las características de los mismos para poder realizar la elección más adecuada dependiendo de la eficacia, seguridad y tolerabilidad.